Vértebras
22/11/2012 - Manuel Jabois. Diario de Pontevedra
Tiene pinta de estibador de La ley del silencio, con una de esas caras
que son una biografía en sí mismas y te señalan los surcos y las
pasiones como lo haría un poema homérico, pero en realidad, a traición
como una puñalada venenosa, escribe versos. Acaba de reunir un puñado de
ellos en un libro que titula Vértebras e lóstregos, que me parece a mí
una continuada confesión litúrgica, un ser y no estar que embalsama la
mirada al mundo, que es también la mirada a uno mismo, pues a espaldas
de los ojos suceden cosas. Manuel Pérez Lourido, al que sin ton ni son
llamo Keni por cosas nuestras, presenta hoy su libro en la Casa das
Campás a las 20.30 horas, y ha tenido el detalle de reunirme con Rodrigo
Cota para poner sus versos de largo. Nos conocimos desvirtualizándonos,
que es una acción que me ha dado bellas amistades en los últimos años y
feroces descubrimientos, todo ello sumas y acumulaciones, viajes y
felicidad de un diario a bordo. Bebimos, comimos y contamos maldades,
que es lo que hace la gente decente, y una noche lo metimos Maruxa y yo
en la madrugada agarrándolo de la camisa porque decía no sé de qué una
familia y un hogar, palabras obscenas cuando uno tiene delante a un
camarero. Le suenan las vértebras a Manuel como cascabeles, aunque en el
papel, aplicado como un soldador, suelta lóstregos como perros
salvajes.
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