mércores, 25 de decembro de 2013

Ni una sola lágrima, todo queda en palabras


Esta mañá, no hospital, aliviado porque xa pasou a "noiteboa", a primeira noticia que lin foi a morte de Germàn Coppini. Outra triste sorpresa destes meses nefastos. Non era unha persoa próxima nin me caía especialmente ben, pero era outro compañeiro de viaxe, ao que escoitei centos de veces. Non me interesan as súas leas coa Movida e os seus apóstolos, só a súa inquietante voz e as súas letras pondo banda sonora aos meus felices? vinte e tantos.
As cancións de Siniestro e Golpes Bajos seguen soando nos meus oídos evocando unha morea de situacións e persoas, case sempre relacionadas, coa noite, co alcol e outras drogas, e coa necesidade perentoria de ligar. Era moita a inseguridade e sen dúbida houbo unha longuísima relación de días malos, angustiosos, ridículos... Pero o bo da memoria é que actúa coma un cribo, peneirando só os bos momentos. Así podemos sobrevivir e, mesmo, vivir ben, acostumándonos a escorrentar o medo coa ironía, conservando o desexo e o atrevemento do grotesco.
Bos momentos, ou momentos intensos, coas cancións cantadas por Germán sempre presentes. O xogo canalla de Siniestro para saltar eufóricos e a escuridade de Golpes Bajos para identificarnos cunhas letras que ninguén entendía, pero que a todos nos servían para explicarnos o que sentiamos.
Hoxe tamén. Hai tres meses celebrei unha festa de +50, pasei moitas horas seleccionando a música, e na listaxe de cancións o primeiro posto era para Coppini. Seguimos coleccionando moscas, desprezando aos aiatolás que nos queren impoñer a nosa forma de vivir, estrañando as ceas requentadas, privándonos pola lírica aínda que os tempos son malos, desexando tocar aos manequíns, poñendo o vídeo de Me pica un huevo para amosarlle aos máis novos que calquera tempo pasado foi anterior
Esa adolescencia prolongada, no Masma, o lugar de culto de Santiago para os modernos con vida interior, estadas, plástico e escuridade. Ao fondo unha fermosa rapaza cun espectacular pelo a cores pincha o máis actual da movida, enfronte dela un tipo con chupa de coiro negra dálle as costas ao mundo mentres bebe unha cervexa a morro. Só de cando en vez xira para botar unha ollada fugaz absolutamente inexpresiva que moitos interpretan como desprezativa, elitista... Non, el sabía que os ollos da xente sempre menten, menos os da pincha, que seguía pondo música para el, para Germán Coppini, un tipo auténtico e con clase. Boa viaxe.

Cena recalentada cuando llegas tarde a casa 
La imbecil de tu hermana que te pica y que se pasa La loca de tu madre que te chilla y no se cansa
Y el viejo derrotado que se baba y amenaza
Donde has estado?
Mira que facha 
Que horas son estas? Vete a la cama
Un beso en un portal un abrazo hasta mañana
Que hombre me sentia cuando a ti te acompañaba
Tu lo eras todo y yo era nada
Pisabamos los charcos tan lejos estabas
Donde has estado?
Mira que facha
Que horas son estas?
Vete a la cama


martes, 24 de decembro de 2013

Publicidad para personas inteligentes


La mayor parte de los anuncios sobre discapacidad en España son demasiado blancos. En Suiza, una organización se arriesga con spots atrevidos... y acierta
09/12/2013 - 20:26h
Dos personas diferentes me enviaron hace unos días este vídeo de Youtube.



Es una campaña impulsada por la organización suiza Pro Infirmis. Sustituyen los maniquíes perfectos a los que estamos acostumbrados por réplicas de hombres y mujeres con discapacidad física. En un taller, toman medidas de sus cuerpos y modifican los maniquíes. Después, los colocan en el escaparate de una tienda de lujo de Zúrich y los visten con ropas caras. La expresión de los viandantes es muy reveladora.
Confieso que cuando leí el titular pensé que sería una campaña tonta, buenista e inútil. Pero tras ver el vídeo, me gusta. Quizá es por el idioma, quizá porque está muy bien rodado… O porque realmente funciona.
No soy de los que piensan que todos los cuerpos son diferentes y que un maniquí no tiene nada que ver con las personas de verdad. Es cierto que hay bípedos altos, bajos, delgados, gordos, rubios, morenos y calvos. Pero, parafraseando a Tolstoi, la mayoría de los bípedos se parecen entre sí, los retrones somos diferentes a nuestra propia manera. Yo me parezco tanto a mi socio como él a Michael Fassbender. Así que un maniquí estándar representa a buena parte de la población pero una figura hecha a mi imagen y semejanza sólo podría reflejar el cuerpo de los focomélicos (y no de todos).
Sin embargo… ¿por qué funciona el anuncio? Tal vez porque es diferente, honesto, valiente.
Hace 3 años, Pro Infirmis diseñó otra campaña, ésta sobre discapacidad intelectual.
Aquí no hay niños con síndrome de Down sonrientes: hay un oso que saluda y abraza a gente por la calle. Al final, se quita la parte de arriba del disfraz y se ve a un hombre con problemas mentales. El texto dice ¿"Tenemos que disfrazarnos para que os acerquéis a nosotros"?
Escribí al poco de comenzar este blog que sería deseable que las campañas pro retrones cambiasen su discurso y su estética. Permitidme que recuerde unas líneas de aquel artículo:
A mí me gustaría ver un spot diferente. Por ejemplo:
Estamos frente a las puertas de un instituto. Los últimos alumnos entran al edificio. Suena la sirena. Al instante, un adolescente huye a toda velocidad con su silla de ruedas. Le siguen 2 amigos. Los 3 ríen. Al pasar delante de la cámara, el retrón dice: “Como tú”. Corren hacia una cafetería cercana.
Vemos en pantalla la cara de una chica tumbada en la cama. Sonríe. Se muerde el labio. Gime. La cámara se aleja. Al abrir plano descubrimos que no tiene piernas y que un chico le está practicando un cunnilingus. La chica mira a cámara y dice: “Como tú”. Sigue disfrutando.
Nos acercamos a los baños de una discoteca. La puerta se abre. Apoyado en una pared, un bastón de ciego. Agachado, un tipo esnifa una raya de cocaína. Gira la cabeza y dice a cámara: “Como tú”. Termina de recoger las cosas y sale con cara de subidón.
Desde aquí lo digo abiertamente: si algún directivo de una organización de discapacitados planea un nuevo anuncio, que nos escriba. Quizá podamos dar un enfoque distinto.

sábado, 21 de decembro de 2013

«Todos los niños robados son también mis niños». Entrevista a Soledad Luque Delgado


Una entrevista de Marcos Taracido para Libro de notas

Soledad Luque Delgado es presidenta de la asociación Todos los niños robados son también mis niños y una de las portavoces de la Coordinadora Estatal de apoyo a la Querella argentina contra los crímenes del franquismo (Ce AQUA). La asociación nace para buscar a su mellizo, Francisco, nacido en la Maternidad de O’Donnell el 25 de enero de 1965 y desaparecido el 21 de febrero del mismo año en ese centro médico. También ayudan con sus actividades a los propósitos de búsqueda de otras víctimas, así como a movilizar a la sociedad española ante una de las mayores atrocidades que ha vivido nuestro país. En la actualidad, Soledad representa en la Ce AQUA a las nueve asociaciones de víctimas por el robo de bebés que participan en la Querella argentina, a donde ha viajado dos veces como parte de la delegación representante de la Ce AQUA para declarar y presentar la querella como asociación, y en representación de las otras asociaciones de víctimas de bebés robados. También como representante de la Ce AQUA y de su propia asociación viajó el 4 de noviembre, con Amnistía Internacional y otras ONGs, a Ginebra para presentar sus peticiones ante el Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas.
¿Por qué se robaban o desaparecían niños en España?
La multitud de factores que existen alrededor de la desaparición de bebés en España desde los años 40 hasta bien entrada la Democracia hace que sea altamente complejo analizar este tema.
Se ha podido determinar que existieron tres etapas que se corresponden con los tres motivos que movieron a que se produjera este crimen:
Para nosotros todo esto tiene su origen en el tráfico de niños que se inició en la década de los 40, como medida de represión política, cuando a las mujeres republicanas les arrebataron sus hijos. Una medida sustentada en la teoría nazi del Doctor Vallejo Nájera. Fue el perfecto caldo de cultivo que creó una demanda de niños por parte de familias pudientes y adeptas al régimen franquista. Durante los últimos años 50, años 60 y primeros 70, en plena época del Nacional Catolicismo, las familias desfavorecidas también comenzaron a ser el objetivo. Una época de represión ideológica y social donde ciertos médicos y religiosos se pusieron en la piel de un dios. Esta trama o serie de tramas continuaron, no solo hasta la muerte del dictador, sino hasta los años 90, aunque ya como un mero negocio. Durante todo momento, el móvil económico existió, pero no fue el único. Diferentes motivos en diferentes etapas, pero siempre bajo la permisividad del Estado, un Estado que en un primer momento realizó esta barbarie como acto de Derecho y más tarde como un acto de hecho, fundamentalmente en la dictadura pero que continuó en los primeros años de Democracia al no haber una ruptura profunda con determinadas actitudes y conductas del pasado.
La sociedad, no sé si dirigida o no, una vez que se destapa mediáticamente, rápidamente se centra en los casos particulares y, por lo tanto, se queda en la anécdota, en la superficie del problema. ¿Se puede hablar de un entramado, de múltiples y diversos culpables que van más allá de una o dos monjas malignas?
A lo largo de nuestra búsqueda por mi hermano mellizo, nos hemos dado cuenta de que nuestro caso no es único, no es un hecho aislado y hemos conocido no a decenas, ni a centenares, sino a miles de personas que están en nuestra misma situación. Decidimos montar nuestra asociación “Todos los niños robados son también mis niños” y empezar a realizar movilizaciones dentro de campañas de sensibilización social y actos reivindicativos. Era muy importante la difusión de los casos para que la sociedad se conciencie de que esto ocurrió aquí y también podría hacer que otras personas se reconozcan en ellos y puedan tomar conciencia también de posibles víctimas.
La labor de los medios de comunicación, por tanto, en esta difusión es primordial pero no solo debería estar centrada en los casos particulares sino también en la causa en general: la ubicación temporal de este asunto, sus orígenes, los motivos, el estado actual de las denuncias, los motivos inexplicables del archivo masivo, etc. Es decir, no solo debería interesar lo particular sino el hecho criminal y todo lo que le rodea.
En cuanto a la idea de trama, puedo decir que, en nuestra búsqueda, mientras más hacíamos, más gente encontrábamos y pudimos comprobar que el robo de niños no era algo de hacía unos años, sino que se produjo durante décadas y en todo el territorio nacional. Y esto solo se podría haber realizado con la implicación de mucha gente, personal sanitario, funcionario de Registros, de los cementerios, de la Iglesia. Y cuando estamos hablando de una red así, estamos hablando de trama o de diferentes tramas que solo pueden funcionar con la connivencia de las Estructuras del Estado porque son personal de estas estructuras los que están presuntamente implicados.
¿Qué papel jugaban las familias adoptantes?
No podemos saberlo con exactitud, pero de ninguna manera son el objetivo de nuestras demandas. En todo este asunto hubo muchas víctimas, principalmente los niños a los que se les robo su identidad y el derecho a vivir junto a su familia de origen; las familias que buscamos a estos niños también somos víctimas al ser despojadas de parte de nuestras vidas y las familias receptoras es muy posible, y así lo pensamos, que también fueran engañadas. Obviamente, en algunos casos podrían sospechar que estaban haciendo “algo irregular” porque estaban dando dinero por el bebé pero seguro que no tenían ni idea de que estaban participando en un delito tan abominable. Hay que decir que los que han sido valientes, y han dado un paso al frente para ayudar a buscar los orígenes de sus hijos adoptivos, han dicho que ese dinero pensaban que iba dirigido a cuidar a la madre biológica en el hospital o para pagar alguna prueba médica, pero que nunca pensaron que estaban comprando un niño. Nosotros les creemos. Aquí, los únicos culpables fueron los criminales que nos robaron a nuestros niños.
En tus conferencias hablas constantemente de que el robo de niños desde el fin de la Guerra civil hasta los años 80 se fundamenta en una estructura de miedo al poder, a la autoridad.
Sin lugar a dudas. Por el recorrido histórico que presenté al principio, tenemos muy clara la vinculación del robo de niños con la dictadura. Tuvimos un estado de represión feroz donde se cometieron todo tipo de barbaries. El robo de bebés fue una de ellas, en diferentes épocas, por diferentes motivos como hemos visto, pero dentro de la más absoluta impunidad. Cuando a esta impunidad, se le une el miedo y el silencio se producen tragedias como esta que se pueden prolongar tanto en el tiempo y que se extienden por todo un Estado.
El miedo, aunque parezca mentira, todavía continúa. Hablar del franquismo todavía hoy cuesta, pero hablar de la lucha contra los crímenes del franquismo asusta. Algunas asociaciones de víctimas por el robo de bebés no quieren vincular esos delitos con la dictadura. “Mejor no lo muevas que nos puede perjudicar” este es el argumento de algunas personas. Cuando crees que es mejor no hacer algo porque puedes salir perjudicado es porque todavía hay algo negativo que circula a tu alrededor. “Larga sombra la del franquismo que todavía hoy nos cubre”, decimos otros.
¿Y qué hay de real en ese miedo? ¿Hay, para ti, ejemplos concretos de esa sombra del franquismo?
Hay muchos ejemplos de incidentes y altercados donde se muestran actitudes franquistas, donde se muestran insignias y banderas que nada tienen que ver con conductas democráticas. Recordemos que en este país hay una Fundación que se llama Francisco Franco donde se enaltece al dictador, ¿podríamos pensar que hubiera una Fundación Videla en Argentina por ejemplo? Hace poco la librería Blanquerna, durante el acto de celebración de la Diada, sufrió un ataque por un grupo de extrema derecha que exhibía símbolos franquistas. En Lugo, el alcalde de Baralla, Manuel González Capón, justificó en un pleno del Ayuntamiento la represión franquista al decir que los que fueron condenados a muerte «será porque lo merecían». ¿Podemos imaginar en Alemania que alguien con un cargo similar dijera que los judíos se merecían morir gaseados? Creo que no. Y si pasara, el escándalo sería mayúsculo y se pedirían responsabilidades y la dimisión de tal nazi.
También hay ejemplos donde la investigación de los crímenes del franquismo no gusta o se intenta entorpecer. En mayo pasado, en la Embajada argentina, situada en Madrid, varias víctimas iban a declarar dentro de la causa abierta contra los crímenes del franquismo en el Juzgado N1 de Buenos Aires, a través de videoconferencia, ante la Jueza Servini de Cubría. Estas declaraciones se anularon por presiones del Ministerio de Asuntos Exteriores de España a la propia Embajada.
Dices que no robaban bebés, sino «vidas enteras».
Efectivamente. Hay que tener en cuenta que apartaban a un bebé de su familia y dirigían el destino de esa personita y de la propia familia. Es decir, un bebé pasa a ser un niño, y el niño crece hasta ser un adolescente, y el adolescente se convierte en un joven que en poco tiempo será un adulto con una vida a sus espaldas que no es la hubiera tenido si no le hubieran arrebatado de su familia de origen. No estoy diciendo que una vida hubiera sido mejor que otra, no se puede saber esto, lo que digo es que nadie tiene derecho a cambiar las vidas de las personas. Se robaban bebés pero no eran juguetes sino personas a las que les robaron su vida.
Eso ocurre exactamente igual con los padres y los hermanos que nos vimos privados de ver crecer a ese bebé o de compartir la vida con él. ¿Acaso hubiera sido mejor o peor mi vida si mi hermano mellizo Francisco hubiera estado conmigo? No lo sé, lo único que siento es que alguien que se creía dueño de nuestro destino nos robo la oportunidad de una vida compartida.
¿Qué se puede hacer hoy? ¿Qué hacen nuestros Gobiernos?
Las víctimas nos encontramos en una situación de bastante indefensión. Estos crímenes no se consideran delitos de ninguna manera vinculados a la dictadura porque, en opinión de nuestras autoridades, no seguían patrones comunes y no formaron parte de un plan sistemático sino que, como mucho, era una práctica generalizada.
En primer lugar: Había patrones comunes porque las familias, como nos ocurrió a nosotros, se reconoció en los casos que iban saliendo en los medios de comunicación.
En segundo lugar: no solo es crimen de estado o genocidio aquel que se produce por un plan sistemático de exterminio, también los producidos como práctica generalizada cuando los ciudadanos están en una situación de vulnerabilidad que los convierte en víctimas. Y eso fue lo que ocurrió. No solo robaban los niños a los rojos sino a aquellos que estaban en una posición vulnerable y desfavorecida, que en definitiva eran el sector perdedor.
Aunque algunos casos están en la Fiscalía o Juzgados, se está produciendo un archivo masivo de las denuncias por prescripción y por falta de pruebas ya que estos delitos son considerados como casos aislados y de origen económico fundamentalmente. Sin embargo, según el Derecho Internacional son delitos de Lesa Humanidad y por tanto permanentes e imprescriptibles. En España no hay una causa abierta general, afortunadamente sí la hay fuera de aquí. Muchas de las familias que buscamos y de las personas en busca de su identidad estamos acogiéndonos a la Querella contra los crímenes del franquismo abierta en Argentina y que está llevando la Jueza María Servini de Cubría. Hay muchas áreas querellantes dentro de la Coordinadora de apoyo a la Querella argentina (Ce AQUA) y entre ellas está el colectivo de víctimas por el robo de bebés. Somos diez las asociaciones de nuestra temática que nos estamos querellando en Argentina porque nos consideramos víctimas de un estado de terror que hubo en este país durante décadas y de su herencia posterior. La búsqueda de la Verdad es primordial pero no puede hacerse sin encontrar primero la Justicia que te ayuda a saber cuál es esa verdad. En España no la hemos encontrado, por eso estamos en Argentina.

sábado, 14 de decembro de 2013

'Rocío', o documental censurado pola modélica Transición


O documental ‘Rocío’ foi dirixido por Fernando Ruiz Vergara. Rodado en 1977 (aínda que na produción aparece a data de 1980) foi o primeiro filme secuestrado pola nova democracia da sacrosanta Transición. O motivo foi a denuncia da familia dun dos sinalados nos testemuños de veciños de Almonte (Huelva), como responsable dos crimes cometidos no comezo da Guerra Civil, José María Reales, alcalde de Almonte durante a ditadura de Primo de Rivera e fundador da irmandade rociera de Jerez de la Frontera. Posta a querela por ‘inxurias graves’ o xuíz prohibiu a exhibición do filme en toda España en abril de 1981 e secuestrou as súas copias.
O documental supón unha crítica da Igrexa (sempre aliada do poder) e unha análise esclarecedora de fenómenos de devoción populares como a romaría do Rocío, instrumentos de control social da oligarquía reaccionaria. E, máis alá da censura e mutiliación, paga moito a pena.
O pasado mes de novembro estrouse o documental ‘El caso Rocío’ unha homenaxe a Ruiz Vergara e unha recuperación da memoria censurada. Vergara morreu no autoexilio en Portugal no 2011, desenganado dun sistema ‘democrático’ que o condenou a dous meses e un día de arresto e a unha indemnización de 10 millóns de pesetas por plasmar a verdade. Non se lle condena por manipular, por mentir, senón por facer públicos uns feitos probados, por facer uso da liberdade de expresión. E isto aconteceu nos anos oitenta, xa co PSOE no poder. A verdadeira historia da Transición.
A sentenza do Tribunal Supremo en 1984 afirmaba o seguinte: que aunque “la finalidad aparente de Rocío es exclusivamente la documental referida al entorno histórico, sociológico, cultural, religioso, ambiental y hasta antropológico, de la romería del Rocío, pronto aflora una inoportuna e infeliz recordación de episodios sucedidos antes y después del 18 de julio 1936, en los que se escarnece a uno de los bandos contendientes, olvidando que las guerras civiles, como lucha fraticida que son, dejan una estela o rastro sangriento y de hechos, unas veces heroicos, otras reprobables, que es indispensable inhumar y olvidar si se quiere que los sobrevivientes y las genereaciones posteriores a la contienda convivan pacificamente”.
Hoxe aínda moitos se atreven a opinar o mesmo, e cada vez con máis desvergonza. Enterrar a verdade para non crear conflitos é o vello truco dos poderosos para que non se cuestionen as orixes dos seus privilexios. Nesta democracia modélica os crimes do franquismo xúlganse en... Buenos Aires!!!
Aquí podedes ver o documental na súa versión censurada: